Pagina 12 - Lunes 21 de octubre de 2013 - Nuevas recomendaciones de la OMS

Vencer el estigma, una forma de prevenir 

los suicidios


“Porque busco suicidarme, me estigmatizan; porque me estigmatizan, más busco suicidarme; porque más busco suicidarme...” Esta espiral mortífera es la que procura cortar la Organización Mundial de la Salud (OMS), que llamó a “terminar con el estigma que sufren las personas con trastornos mentales o con comportamiento suicida”. En el mundo, las tasas de suicidio aumentaron un 60 por ciento en los últimos 45 años. En la Argentina, en especial el suicidio adolescente aumentó un ciento por ciento en los últimos 20 años. Profesionales del Ministerio de Salud y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacaron que “los familiares, los amigos, los compañeros pueden detectar cuando alguien está triste, se aísla, su comportamiento cambió y tal vez haya expresado que ‘para qué vivir...’”. Pero “no se trata de salir corriendo a buscar ayuda sino de sentarse con la persona y hablar de qué le está pasando”. Es que “cuando en la familia, en la escuela, en el trabajo se ocupan de la persona, la disminución del riesgo es más segura y definitiva”.
La OMS eligió un nuevo lema para abordar la cuestión: “El estigma: una barrera importante para la prevención del suicidio”. Carissa Etienne, directora de la OPS, advirtió que “debemos cambiar las actitudes de la sociedad para que las personas en riesgo o sus familias no sientan temor, vergüenza o discriminación”, lo cual “podría salvar miles de vidas”. La entidad advirtió que “muchos profesionales de la salud se sienten incómodos tratando a personas con ideas de suicidio o enfermedades mentales, a menudo tienen actitudes negativas sobre este tipo de pacientes”, lo cual redunda en una “falta de acceso a la atención adecuada”, que a su vez “es uno de los factores que aumentan el estigma”. La entidad señala que “cambiar tales actitudes requiere un esfuerzo a largo plazo para modificar valores culturales de la comunidad y para mejorar la tarea de los trabajadores de la salud”.
Según los datos de OPS, “casi un millón de personas en el mundo mueren por suicidio cada año”, siendo que “20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue”. En particular, “más de 60 mil personas se suicidan cada año en las Américas”, donde “el suicidio ocupa el tercer lugar entre las causas de mortalidad entre los 10 y 24 años”. “La mortalidad por suicidio es cuatro veces mayor en los hombres que en las mujeres”, y “en los últimos 45 años, las tasas de suicidio han aumentado un 60 por ciento a nivel mundial”.
Jorge Rodríguez, jefe de la Unidad de Salud Mental de OPS, explicó a este diario que “la cuestión del estigma va más allá de la conducta suicida, ya que rodea a la enfermedad mental como tal, bajo la idea de que el ‘loco’ debe ser aislado en manicomios. En el caso de la depresión, que puede conducir al suicidio, se la estigmatiza al considerarla un problema ‘moral’, que pudiera depender de la voluntad de la persona: estos prejuicios, que suelen estar impregnados por una concepción religiosa del suicidio como pecado, llevan a rechazos en los planos social y laboral”.